viernes, 28 de noviembre de 2008

Los que quieren mejorar a la humanidad

"Veamos un primer ejemplo totalmente provisional. En todas las épocas, se ha querido "mejorar" a los hombres, y a esto se lo llamó "moral". Sin embargo, en esa misma palabra, se encierran las más diferentes tendencias. La "doma" de la bestia humana y la "cría" de una determinada clase de hombres fue nombrada como "mejoramiento": sólo estos términos zoológicos designan realidades, y realidades que precisamente el "mejorador" inconfundible, el sacerdote, ni conoce ni quiere conocer... Llamar "mejoramiento" a la doma de un animal es algo que a nosotros nos suena casi como una burla. Quien sabe lo que pasa en los lugares donde se doman animales salvajes duda mucho de que éstos sean mejorados. Se los "debilita", se los hace menos dañinos, se los convierte en animales "enfermizos" mediante el miedo, el dolor, las heridas y el hambre. Lo mismo pasa con el hombre domado que ha "mejorado" el sacerdote.
En la Alta Edad Media, cuando la Iglesia era realmente un lugar de doma de animales , se daba caza en todas partes a los mejores ejemplares de la "bestia rubia": se "mejoró", por ejempo, a los aristócratas germanos. ¿Qué aspecto presentaba ese germano "mejorado", quien, con engaños, era recluido en un monasterio? El de una caricatura de hombre, de engendro: lo habían convertido en "pecador", encerrado en una jaula y aprisionado por terribles ideas. Allí permanecía enfermo, sombrío, aborreciéndoce a sí mismo, con un odio mortal a todos los impulsos que incitan a vivir, sospechando de todo lo que seguía siendo fuerte y dichoso: en suma, lo convirtieron en cristiano. Hablando en términos filosóficos, en la lucha contra la bestia, la única forma de debilitarla "puede" ser conseguir que enferme. Así lo entendió la Iglesia: "hechó a perder al hombre", lo debilitó, aunque su pretensión era la de mejorarlo".

Friedrich Nietzsche, El Ocaso de los ídolos

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